Hay millones de formas, colores, sabores, evocaciones... todo atrapado en un pequeño bocado de sabor. Sólo apenas un instante en tu boca y... ya eres feliz. A lo mejor sólo dura ese breve momento pero merece la pena.
-Bocaditos de nata:me gusta saborear con la lengua primero la nata y luego comerme el resto en dos mordiscos. Ni uno más ni uno menos.
-Petit Choux de chocolate, café y crema: primero me como el glaseado (es lo más rico).
-Naranjitos: antes los odiaba. Ahora los devoro. No se si lo mejor es el chocolate o la naranja.Tendré que probar otro más para decidir.
-Marrón Glacé: no hay palabras para describir su sabor, la fina capa de azúcar, la textura de la castaña... Ummmmmmm.
-Borracho: el preferido de mi padre. Una combinación perfecta de bizcocho y licor.
-Bombones de guinda: primero un mordisco en la base, sorber el licor y por último, la guinda y el chocolate crujiente.
-Tarta Sacher: la mejor combinación del mundo: chocolate y frambuesa. Perfecta para una merienda invernal.
-After Eight: un clásico británico. Al comerlo se me pone cara de bombín y me sale un gracioso acento.
Ya no puedo hablar más. Un naranjín me llama.
viernes, 9 de marzo de 2007
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2 comentarios:
Se te ha olvidado la leche condensada, para mí el mejor sabor del mundo, yo me puedo comer un tarro en menos de 3 minutos. O te encanta o no te gusta nada.
Bs.
Coincido contigo Akiles. Me encanta la leche condensada pero... es una bomba para las arterias. Hay que controlarse.
(Ahora no voy a parar hasta pillar un bote, dita sea!)
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